El Zodíaco Chino siempre ha sido objeto de interés para muchas mentes: sus animales; su transición; su composición; son tan místicas como fascinantes.
Por eso, y porque cada vez sois más los interesado en esta ancestral práctica, hoy comparto con vosotros esta pequeña fábula que se disfruta igual por grandes y pequeños.
El grave rugido a modo de trueno del rey de la selva nos indica que algo va a comenzar, con ese tronar del tigre , todo renace, los animales, las plantas, la PRIMAVERA va a comenzar, los conejitos
saltan alegremente y corren y corren sin parar, casi llegan a volar porque a dragones se quieren asemejar.
Es el fuego del dragón el que nos avisa que un nuevo calor va a llegar, el VERANO comenzando está, las serpientes
se deslizan por arenas movedizas y se esconden cuando el sol ardiente ha llegado a su máximo yang, los caballos
salvajes galopan a todo gas, es el máximo, es lo más. El verano explotando está.
Las ovejas silenciosas nos anuncian que algo nuevo va a llegar, empezamos el descenso la energía desciende ya, los monitos
en la selva saltan a resguardar y presumidos todos ellos no se paran de espulgar, son coquetos como el gallo
, que con un plumaje blanco canta al OTOÑO su señal.
Y es el perro buen guardián, quien anuncia que algo va a cambiar, todo está más oscuro, todo más frío está, los cerditos
en la dehesa el invierno anunciando están y esas ratas
callejeras nos recuerdan la oscuridad, es el frío del INVIERNO que acaba de llegar y será el tranquilo buey
el que lo terminará para dejar abierta la puerta a aquel “espíritu” que quiera llegar.
Y de nuevo ese tigre , como un trueno avisará , que por mucho que queramos, escrito está, que no hay vuelta de hoja, que la primavera, otra vez más, comienza ya.
Va por ti, “chopi”, y por ti, nuestro más fiel perro guardián.